Antes de leer esto, toma una bocanada profunda de aire; cierra los ojos y permite que el aporte que entregamos esta semana, te lleve a una reflexión que facilite mirar tu alrededor; este artículo quiere guiarte a despejar los cristales con que enfocamos lo que nos pasa; crear esperanza donde hace falta; alimentar la fe y confianza cuando se hace difícil, fortalecer el espíritu para apreciar la oportunidad que se puede dar en algo impensado que tenemos al rededor; esto construye esperanza.
Nuestras expectativas, pueden ser inalcanzables si son demasiado altas y frustrarnos provocando que dejemos de invertir energía en construir algo que queremos y nos hace bien. En casa, podemos subir al carro de nuestras expectativas al resto de la familia, pero ¿ las compartimos?, ¿ pueden ajustarse a la realidad que se tiene para ir paso a paso?.
Este material audiovisual que encontramos en la red, es eso, una invitación a transformar y descubrir algo distinto.
Seamos escultores de nuestra vida, permitiendo que nuestras manos, nuestro corazón y nuestra alma, sean el cincel de nuestro espíritu, sobre todo en este tiempo en que se pone a prueba el trato entre personas.
Seamos mediadores para que otras y otros, puedan esculpir una vida nutrida con cariño.
Finalmente, te dejamos otro cortometraje para cerrar la reflexión, con una pregunta:
Hoy cuando la humanidad debe re plantearse en su desarrollo ¿ dónde ponemos el acento de lo importante?