miércoles, 21 de octubre de 2020

Proceso constitucional y la oportunidad de aprendizaje para formación ciudadana global en nuestros/as hijos/as

Nuestro país vive un hito histórico en su proceso ciudadano a partir de todo lo que implica el proceso constitucional, pero ¿cuál es la importancia de esto en la formación de nuestros hijos e hijas? es una pregunta muy importante de realizar.
La respuesta puede buscarse desde distintos enfoques; uno de ellos, a partir del aprendizaje que esta experiencia puede enytregar para la formación ciudadana, analizando, compartiendo memorias, reflexionando sobre lo que significa una carta fundamental para el desarrollo social, ambiental y afectivo de un país, no sólo desde componentes políticos sino también desde componentes valóricos y éticos. Como madres, padres y educadores, nos cabe la responsabilidad de permitir un diálogo donde surjan preguntas y se reflexione sobre el tipo de país que somos y queremos, con una mirada amplia y donde las posturas diversas tengan cabida. Este enfoque permite potenciar el aprendizaje hacia la inslusión de diferencias, hacia la tolerancia de posturas opuestas y hacia la convergencia de ideas sobre temas comunes que potencien el bienestar de las personas. Otro enfoque importante de tener en cuenta, es analizar el rol que tiene la participación ciudadana en los procesos que le afectan. Es necesario reforzar el protagonismo que tenemos las ciudadanas y ciudadanos, desde gestos pequeños como interesarse en los procesos sociales, hasta hechos más grandes, como prepararse para asumir responsabilidades de servicio público. Tenemos la oportunidad de activar vocación de nuevos liderazgos, con sentido comunitario y altruista; es una oportunidad de encender un interés por impulsar desarrollo socio político que responda necesidades del siglo XXI, donde la ciudadanía no está marcada por los límites geográficos de un país, sino que se concibe como una ciudadanía global, en que: 1. Hay consciencia de los desafíos del mundo actual 2. Como personas se reconocen a sí mismos y a los demás como sujetos con dignidad, con obligaciones que cumplir y derechos que reclamar, y con poder para conseguir cambios. 3. Se responsabilizan de sus acciones, se indignan ante las injusticias y frente a cualquier vulneración de los derechos humanos, respetan y valoran la equidad de género, la diversidad y las múltiples pertenencias identitarias de las personas y de los pueblos como fuente de enriquecimiento humano. 4. Se interesan por conocer, analizar críticamente y difundir el funcionamiento del mundo en lo económico, político, social, cultural, tecnológico y ambiental. 5. Participan, se comprometen con la comunidad en los diversos ámbitos, desde los locales a los globales, con el fin de responder a los desafíos y lograr un mundo más equitativo y sostenible. 6. Contribuyen a crear una ciudadanía activa, que combate la desigualdad a través de la búsqueda de la redistribución del poder, de las oportunidades y recursos (extraído de Nuestro país requiere formar personas con interés en el desarrollo social y cuidado de la naturaleza y sus recursos, son sentido integral y coherencia en principios de derechos y deberes establecidos. Por ello, aprovechemos de impulsar en este periodo constitucional, un aprendizaje fundamental en la promoción de un país que mejore, que aproveche lo mejor de sus recursos humanos y naturales, y que cambie los aspectos injustos y poco equitativos tan necesarios de superar. A continuación, dejamos un video que se está promoviendo entre nuestros/as estudiantes jóvenes, como apoyo para que en casa pueda reforzarse y abrir un diálogo familiar frente a esto.